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Cómo Apoyar a Las Personas Que Enfrentan el Duelo a Larga Distancia
Cuando Amrita Chavan abordó su avión en Mumbai, India, lo último que tenía en mente era el duelo. Éste era un nuevo comienzo.
A sus 19 años, se dirigía a Canadá. Ella sería la primera de su familia en ir a la universidad en el extranjero. Todos sus familiares vinieron al aeropuerto para la despedida. Ella recuerda el adiós como un momento desgarrador. En ese momento, a Chavan y a su familia les resultó difícil comprender plenamente el sacrificio que implica migrar. “No teníamos idea de lo que significa dejar tu hogar,” dijo.
Una nota de los editores: Esta historia ha sido traducida al español por . Puede leerla en inglés í.
(Editor’s note: This story has been translated into Spanish by . You can read the story in English here.)
Pero inevitablemente, el duelo llegó a sus vidas. Casi doce años después de la partida de Chavan, mientras se encontraba sentada en su departamento en Winnipeg a principios del 2020, Chavan sintió un nudo en el estómago cuando su mamá le llamó por teléfono para compartir la noticia. La abuela de Chavan, quien vivía en Sidney, Australia, se había enfermado y, tras unas cuantas semanas, había fallecido. Su abuela había sido una de las personas más importantes en su vida, pero Chavan no tenía manera de ir a Australia para llorarla en persona. Además del costo de los boletos de avión, no contaba con la visa necesaria para ingresar al país, ni con el presupuesto necesario para solicitarla. Ante esta situación, Chavan se apagó emocionalmente. “Me sentí congelada por un largo tiempo,” explicó.
Los expertos en temas de migración y psicología usan los términos “duelo transnacional” o “luto transnacional” para describir esta experiencia, la cual se refiere a la pérdida de un ser querido estando en otro país. Aunque el duelo en sí es un proceso difícil, los inmigrantes que experimentan el duelo transnacional frecuentemente enfrentan sentimientos adicionales de culpa, negación y sufrimiento, ya que les es imposible asistir a los rituales de luto de sus seres queridos.
La imposibilidad de ver a sus seres queridos en persona complica lograr una sensación de cierre, y el doliente puede sentirse incapaz de procesar la pérdida y seguir con su vida de una manera sana. En años recientes, esta experiencia se ha vuelto más común, ya que el COVID-19 acabó con millones de vidas, y simultáneamente causó que aumentaran las restricciones fronterizas. La pandemia resaltó la importancia del apoyo comunitario y los cambios a las políticas migratorias para ayudar a aquellos que enfrentan sus duelos desde lejos.
El Dolor de la Pérdida a Larga Distancia
Desde hace mucho tiempo, experimentar el duelo a larga distancia ha sido la realidad de muchos inmigrantes. Cualquiera que deja a su familia atrás también corre el riesgo de estar separado de sus seres queridos durante tiempos de pérdida. Esto frecuentemente conlleva un torbellino de emociones complicadas.
“Hay un fuerte sentimiento de culpa. Hay un fuerte sentimiento de arrepentimiento de no haber podido estar con su ser querido al momento de su muerte,” explicó , una investigadora del duelo, de la Universidad de Alberta. Ella recuerda una conversación que tuvo cuando entrevistó a un inmigrante Iraní-Canadiense, quien había perdido a su hermano durante las cuarentenas de la pandemia del COVID. Porque no le fue posible viajar a Irán, o siquiera ver su cuerpo antes de que fuera enterrado, se negaba a aceptar la muerte de su hermano.
Chavan recuerda experiencias similares que sufrió al estar separada de su familia por fronteras después de la muerte de su abuela. “Sentía que no tenía derecho a llorar su muerte, porque no había estado ahí,” dijo.
Sin este espacio para llevar luto, el duelo puede volverse difícil de superar; especialmente para los inmigrantes indocumentados. , una socióloga en el Center for Racial Justice de la Universidad de Michigan, trabaja con estas comunidades, y contínuamente escucha sobre cómo el duelo afecta la vida cotidiana. “Las personas describen estas experiencias de duelo y luto a larga distancia como una de las partes más difíciles de estar indocumentado en Estados Unidos,” explicó.
Por ejemplo, mientras estudiaba entre el 2017 y el 2023, Fullerton Rico conoció a una mujer a quien llama Florencia (un pseudónimo usado para proteger su privacidad), quien dijo: “Era algo que no había de qué manera poderlo arreglar. No queda de otra más que aceptar que no puedes hacer nada.” Fullerton Rico también comparte una conversación que tuvo con un hombre a quien llama Felipe: “Felipe me dijo que el duelo te cambia profundamente.” La distancia aumenta el dolor del duelo porque es imposible decir adiós o asistir a un funeral, y esto impide obtener una sensación de cierre. “Hay un capítulo que no se cerró, que está como abierto,” explicó Felipe.
El peso del duelo transnacional frecuentemente es una carga soportada en soledad, lo cual agrava la situación. “No es algo que se suele reconocer abiertamente,” explicó Fullerton Rico.
Acortando la Distancia
Los rituales sociales, en cualquier cultura, son una parte importante del proceso del duelo. Los velorios y otras conmemoraciones pueden ayudar a la gente a pensar activamente en la persona difunta, dice , una neurocientífica que estudia el duelo en la Universidad de Colorado en Boulder. “Pensar en estas memorias le permite a tu cerebro como… remodelar y pensar en cómo encajan esas memorias ahora en tu vida,” dice ella. Pero para aquellos quienes están lejos al momento de la muerte y no pueden asistir al funeral en persona, este proceso puede ser mucho más difícil o quedar inconcluso.
, una psicóloga que trabaja con expatriados, ayuda a sus clientes a crear sus propios rituales para que cada uno pueda conmemorar su relación con su ser querido de una manera única. Ella los guía a través del proceso del duelo a larga distancia, usando acciones como escribir cartas, comer la comida favorita de un ser querido, o participar en una actividad que solían hacer juntos. El proceso toma tiempo. Frecuentemente son necesarias varias sesiones de adioses y rituales para que alguien haga las paces con una muerte repentina, dice Encina.
Similarmente, durante la pandemia, Chavan encontró su propia manera de enfrentar el duelo a través de la escritura. Ella había perdido su trabajo en ese tiempo y decidió asistir a una clase de escritura. Así inició un proyecto de “no-ficción creativa” que le permitía sumergirse en sus experiencias con el duelo transnacional. Chavan lentamente rompió el hielo que había encerrado a su corazón por ocho meses. Sollozaba mientras recordaba todos los detalles de su abuela: los debates enérgicos que juntas tenían, cómo dominaba los lugares a pesar de su pequeño tamaño, cómo reforzaba los lazos familiares con su amor.
“Fue horrible. Fue devastador. Se sintió como perderla de nuevo,” Chavan dijo.
Pero fueron estos actos de escribir y recordar los que le permitieron reconectarse a sus memorias… Y empezar a sanar.
Soluciones Sistémicas
Apoyar el duelo transnacional requiere que reconsideremos la forma en la que pensamos acerca de la inmigración y la pérdida. Actualmente, pocos inmigrantes indocumentados pueden ajustar su estado migratorio en los Estados Unidos. Los pocos que son elegibles típicamente reciben una autorización de trabajo antes de tener la opción de viajar de visita a su país de origen, y toma años para que obtengan la residencia permanente legal, explicó Fullerton Rico. Es así que la oportunidad de visitar a sus seres queridos se vuelve una espera alargada, incluso mientras ellos envejecen o fallecen. Para muchos, es una espera sin fin.
“Si aprobamos leyes que le den prioridad a crear un camino rápido hacia la ciudadanía, podríamos evitar que las personas tengan que vivir estas experiencias,” dijo Fullerton Rico.
Muchos inmigrantes indocumentados también tienen trabajos inflexibles y de salarios bajos, lo cual los presiona a tomar decisiones dolorosas, como ver los funerales de sus seres queridos a través de su celular mientras ayudan a los clientes o preparan comidas en un restaurante. “En lugar de estar ahí en persona, ellos tuvieron que escaparse al baño, o esconderse en una cámara frigorífica para tener vistazos de uno de los rituales más significativos en la vida de una persona,” dice Fullerton Rico.
El permiso remunerado beneficia a las personas que están procesando un duelo. Esto les permite a los dolientes tomarse tiempo libre de sus trabajos sin tener que asumir las consecuencias potenciales de perder un cheque de pago o sus mismos trabajos. Chavan recuerda la presión de continuar su trabajo en medio de su duelo porque no tenía la flexibilidad financiera para perder horas de trabajo pagadas, lo cual gradualmente degradó su salud mental. En la actualidad, solo cinco estados de los E.E.U.U. requieren que los empleadores den permiso de faltar a causa de duelo, dice Fullerton Rico, y solo dos de esos estados requieren que los empleados sigan siendo pagados durante este periodo.
También es crucial “hacerle saber a las personas que no están solas en este dolor,” dice Fullerton Rico. Ella considera que es necesario que más organizaciones que apoyan a los inmigrantes reconozcan esta realidad y brinden apoyo para lidiar con el duelo transnacional. Por ejemplo, podrían ayudar a los inmigrantes a tener acceso a terapia, ofrecer otros recursos de salud mental, o ayudar a organizar rituales religiosos para que puedan conmemorar a sus seres queridos desde lejos. Así, los dolientes enfrentando el duelo transnacional correrían menos riesgo de condiciones como la depresión clínica. Ella comparte el ejemplo de un sacerdote católico que entrevistó en la ciudad de Nueva York, quien ha ayudado a realizar misas memoriales para dolientes transnacionales desde los 1990s. Hoy en día, estas ceremonias funerarias son transmitidas a través de Facebook Live, YouTube o Zoom, ayudando a las familias a sentir algún grado de cercanía.
Los expertos coinciden en que la formación de este apoyo social es un factor clave en el proceso de duelo. “El duelo es algo así como una experiencia social,” dice Bayatrizi. “Es una experiencia emocional que es formada a través de nuestras interacciones sociales.”
Chavan dice que la única razón por la cual ella finalmente se sintió lista para afrontar las emociones fue gracias a que su pareja y sus suegros fueron solidarios, proveyéndole una comunidad pequeña pero fuerte en un tiempo aislante. Tras escribir acerca de la experiencia, ella también comenzó a tener más conversaciones con familiares y amigos alrededor del mundo quienes habían leído su artículo, sobre el dolor del duelo a larga distancia y cómo lo habían afrontado ellos.
“Esencialmente, llegué a tener una comunidad, una comunidad global a la cual yo podía recurrir,” dice ella. “Comprender que no eres la única persona que ha pasado por una situación difícil puede ser una gran ayuda.”
CORRECTION: This article was updated at 3:29 p.m. PT on Nov. 11, 2024, to correct a few translation and production errors. Read our corrections policy here.
Alice Sun
is a science journalist and visual storyteller based in Brooklyn, New York, where she often writes about biology, the environment, psychology, mental health, and social science. Her work has appeared in Scientific American, Audubon, Sierra, LiveScience and more. She speaks English, French, and Mandarin, and is a member of SEJ and NASW.
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